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¿Puede usted detectar la adicción en su familia?

Desafortunadamente y por muchas razones, los padres no están en condiciones de detectar en forma inmediata el consumo de drogas en sus hijos. En algunos casos esto sucede por carencia de información sobre los efectos de las sustancias en  los comportamientos y esto es grave, por una imprudente negación de la posibilidad.
Para nuestra cultura el drogadicto, se lo ubico equivocadamente en los sectores marginales de al sociedad y se prefiere su mención como un problema que nunca puede afectar a una familia como la “nuestra”.
De pronto el hijo o la hija de un amigo o pariente se involucran con las drogas y un desconcierto total aparece derribar ese PRE-concepto pero irracionalmente, los padres escapan, le escapan a esa idea, le encuentran una explicación  ese cuento y vuelven a encerrarse en esa pretendida inmunidad sin fundamentos.
Cada vez son menores las posibilidades de detectar, ambientes, circuitos entornos donde la droga no afecte y se constituya en un riesgo ponderable.
Contra el flagelo de la droga no existen vacunas radicales ni inmunidad total. Esa es la razón por la que insistimos en afianzar los vínculos y roles en la familia institución que aparece con el freno legítimo de su avance. Los valores que se transfieren en el ambiente familiar, constituyen una defensa real.
No identificar el problema y la posibilidad de adicción en sus hijos, disminuyen las posibilidades de los padres para enfrentar la situación.

Causas fundamentales que impiden a la familia encarar con prontitud y eficacia el problema 

  1. Negación: para muchos es inadmisible el aceptar el problema o la posibilidad de consumo y adición. Aquello de que --- mi hijo no fue el que rompió el vidrio---- También se da acá ---.Es demasiado frecuente encontrar esa negación en padres y hasta en cónyuges. Mi hijo o mi esposo....no!!
    Están desconociendo que la adicción existe y es posible.
    La adicción es una enfermedad y cualquier enfermedad que no se trate avanza. La mayoría de las veces la falta de admisión es fundamentada exclusivamente en el orgullo personal. Nuestro hijo es nuestra creación y por lo tanto es doloroso pero también humillante y nuestra vanidad el aceptar esa posibilidad. En consecuencia nos vemos por la muy sencilla razón de que no queremos ver. Esto es grave y preocupante. Pocas cosas pueden hacerse para lograr que vea el que no quiera mirar, pero de algo estamos seguros. Los efectos y consecuencias del consumo mas temprano que tarde, se pondrán en muy dolorosa evidencia y para ese momento puede ser difícil encontrar soluciones sencillas. Todo será demasiado doloroso y los afectados verán lastimados mucho mas que es orgullo.
    Le estamos pidiendo que luce con usted mismo para logra humildad y aceptación de este problema. Esto debe hacerlo ahora, las oportunidades no se repiten y se debe aprovechar los tiempos oportunamente. Luego le tendremos que pedir algo así como resignación para encarar la situación ya consumada.

  2. Desconocimiento: las drogas son un problema que avanza masivamente en el transcurso de esta generación. Los adultos no sabemos, y esto no es una disculpa sino una realidad miles de veces comprobada, reconocer de inmediato los efectos de las distintas sustancias que se utilizan. No conocemos los síntomas y efectos de las droga. Confundimos habitualmente loa cambios que generan las drogas. No conocemos cuales deben ser los comportamientos consecuentes del consumo. Frecuentemente estas conductas que no son propias del efecto sino consecuencia de su adhesión a las drogas. Tienden a separar por intolerancia o incomprensión al núcleo familiar. Comienzan a manejarse explicaciones domesticas para un problema nuevo, diferente y desconocido. Lo mas frecuente es atribuir los cambios a fallas de carácter – es un haragán, mira son las doce de el medio día y no se levanta .... – sinvergüenza... dejo los estudios o el trabajo....—yo no se por que no come nada...—tiene un carácter. No se a quien sale, antes era tan tranquilo... parece que esta loco, o se hace el loco así, por nuestra falta de información el problema avanza.

  3. Ausencia de un entorno familiar contenible: en todas las épocas se exigió de mucho sacrificio para lograr bienestar. Nuestra sociedad consumista y competitiva a veces exige demasiado. En todas las épocas existieron problemas de relación entre las personas. Paro ahora está muy “de onda2 aquello de la intolerancia.

Los que piensan mucho en su libertades personales mientras a los hijos los cría la vida. Son muy frecuentes las parejas con hijos y se ven muchas mujeres y hombres solos, intentando jugar a ser familia. Y muchas no pueden.
Todo lo que destruya el entorno vano de la familia esta abriendo camino a la droga y a la adicción es evidente que existe una crisis en la familia.
Si sus conceptos sobre responsabilidad familiar le dejan las manos libres para conductas liberales y totalmente independientes debe de hacerse cargo de la totalidad de las consecuencias. Últimamente he sentido las quejas de madres de niños de 12 y 13 años que se declaran absolutamente impotentes para controlar la conducta y la vida de sus hijos.
Estos comentarios no fueron oídos en peluquerías o reuniones sociales sino en grupos de autoayuda.

 
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